Pekín. China ha emprendido una ofensiva diplomática para erigirse como nuevo mediador global en un intento de afianzar su influencia política y proteger sus intereses.
Así lo demostró en el viaje a Europa el representante especial del Gobierno chino para asuntos euroasiáticos, Li Hui.
Ya sea entre ucranianos y rusos o entre israelíes y palestinos, el país asiático media con un pie en sus intereses económicos y otro en proyectar una imagen de neutralidad para desatascar conflictos.
Desbloquear la guerra en Ucrania
Desde que estalló la guerra en Ucrania, numerosas voces han pedido a Pekín que, dadas sus buenas relaciones con Moscú, utilizara su influencia para detener el conflicto.
Pero su propuesta de 12 puntos que prioriza alto el fuego y el respeto a las “legítimas preocupaciones de seguridad de los países”, fue vista por Occidente como un guiño a Rusia.
Tras hablar con sus homólogos de Rusia, Alemania, Francia o incluso Brasil, el presidente chino, Xi Jinping, mantuvo una conversación con el ucraniano, Volodímir Zelenski.
Con esto reafirma que, China respeta “la integridad territorial de los países” y anunció la designación de un enviado especial que viajará a la zona.
De esta manera, apuntan analistas, China busca mantener un delicado equilibrio entre los actores internacionales.
Esto, especialmente con Europa, a quien demuestra que puede jugar un papel más constructivo y ser un mediador global.
Mediador entre Irán y Arabia Saudí
El anuncio el pasado marzo de que Irán y Arabia Saudí reanudaban relaciones dejó como sorpresa el papel mediador que jugó China.
El gigante asiático aprovechó ese triunfo para presentar sus credenciales como árbitro global y como “gran potencia responsable”, aseveraron los medios del país.
Algunos expertos han señalado que, aunque la mediación entre Irán y Arabia Saudí llevaba varios años en marcha facilitada por otros países, China se llevó la victoria diplomática.
Lo anterior, tras consolidarse como el mayor socio comercial de Arabia Saudí y uno de los principales aliados del mundo árabe.
Lo dio a conocer en la celebración de dos cumbres históricas en Riad en las que participó el presidente chino.
Reanudar las conversaciones entre israelíes y palestinos
Al tiempo, China ha mostrado su deseo de facilitar la reanudación de conversaciones de paz entre Israel y Palestina, y pidió “valentía política” en un momento de tensión entre ambos.
El canciller chino, Qin Gang, aludió la Iniciativa de Seguridad Global que impulsa el país asiático y la creencia de China en que la clave para solucionar el conflicto palestino-israelí está en defender la visión de la “seguridad común”.
Según expertos, China ha cultivado “contactos saludables” con ambas partes, lo que le ha llevado a proyectar “neutralidad” y a “crear expectativas de paz”.
Y de esta forma, convertirse en «Medidor global».
El conflicto birmano
Otra de las recientes visitas de Qin Gang ha sido a Birmania, donde se reunió con el jefe de la junta, Min Aung Hlaing.
Uno de los encuentros de mayor nivel entre Pekín y Naypyidó desde el golpe de Estado en febrero de 2021.
El objetivo inicial de China, sería asegurar que el Ejército protege y reinicia allí sus proyectos.
Algunos estancados desde el golpe, entre ellos, ganar acceso al océano Índico, temiendo que una victoria de la oposición ponga cotos a su influencia.
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Para ello, China refuerza lazos con el Ejército y también media entre éste y las guerrillas étnicas con el objetivo de impulsar la estabilidad a largo plazo.
Lo que lo convierte, en el actor externo “más proactivo” en Birmania, frente a divisiones de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) y ante la distracción de EE. UU. por la guerra de Ucrania.