El gobierno de China emitió una contundente advertencia este lunes a los países que evalúan reducir sus lazos comerciales con Pekín para obtener ventajas arancelarias por parte de Estados Unidos.
Según el Ministerio de Comercio chino, tales decisiones serían “egoístas y miopes”, y podrían generar serias consecuencias. La declaración responde a reportes que indican que la administración del expresidente Donald Trump estaría presionando a otras naciones como táctica de negociación comercial.
“El apaciguamiento no traerá la paz, y la transigencia no se ganará el respeto”, dijo el Ministerio en un comunicado oficial.
Además, aseguró que “buscar supuestas exenciones perjudicando los intereses de otros para obtener beneficios egoístas y miopes es como negociar con un tigre por su piel”, advirtiendo que ese camino “solo conducirá a una situación en la que todos pierden”.
Aunque Washington no ha confirmado oficialmente que busca forzar a países a elegir entre la inversión china y la estadounidense, Donald Trump insinuó su respaldo a esa idea durante una reciente entrevista.
Consultado sobre si Latinoamérica debería optar por uno de los dos socios, respondió: “Tal vez, sí, tal vez. Deberían hacer eso”.
La respuesta china no se hizo esperar, asegurando que no tolerará acuerdos que perjudiquen sus intereses y que tomará “contramedidas resueltas” si se siente amenazada.
China, que alguna vez tuvo a EE. UU. como su mayor mercado, ha trabajado activamente en los últimos años para diversificar sus exportaciones y reducir su dependencia del comercio con Norteamérica.
En ese contexto, el presidente Xi Jinping ha reforzado sus vínculos internacionales. Este mes recibió al presidente del gobierno español y visitó varios países del sudeste asiático.
En Vietnam y Malasia, Xi abogó por defender el libre comercio y se manifestó en contra de “la desvinculación y el abuso arancelario”.
Preocupación de Pekín
La preocupación de Pekín no es únicamente por sus relaciones comerciales directas.
También teme que países que hoy sirven como plataformas indirectas para sus exportaciones, como Vietnam y México, limiten su comercio con China, cerrando así una ruta clave para mantener el acceso al mercado estadounidense sin etiquetas de origen chino.
Aunque algunos países, como Vietnam, han prometido acciones contra prácticas como el transbordo —donde mercancías chinas se reetiquetan para evadir aranceles—, aún evitan referirse directamente a China.
Otros, como Corea del Sur y Japón, han mostrado reservas ante iniciativas que podrían antagonizar a Pekín, manteniéndose en un delicado equilibrio entre las dos potencias.