El cardenal hondureño Óscar Andrés Rodríguez anunció este lunes su participación en las honras fúnebres del papa Francisco, quien falleció a los 88 años en su residencia de la Casa Santa Marta, víctima de un ictus cerebral.
El líder religioso representará a la Iglesia Católica hondureña en las ceremonias póstumas del pontífice argentino.
“Estaremos ahí en todo el proceso del novenario y después, si Dios me ayuda, en el entierro”, expresó Rodríguez en declaraciones a la emisora HRN de Tegucigalpa, mediante una llamada telefónica que realizó, al parecer, desde España.
El cardenal aseguró que su presencia en Roma será un acto de profundo respeto y afecto hacia quien consideró un amigo y guía espiritual.
Rodríguez recordó que su último encuentro con el papa Francisco fue en octubre de 2024, al concluir el sínodo celebrado ese año en el Vaticano.
Comentó además que mantenían comunicación frecuente a través de correos electrónicos y que, en varias ocasiones, el pontífice lo llamaba directamente por teléfono.
El cardenal, nacido el 29 de diciembre de 1942, fue creado cardenal por el papa Juan Pablo II el 21 de febrero de 2001.
Desde entonces, ha sido una de las figuras más influyentes de la Iglesia en América Latina y un colaborador cercano de Francisco, quien lo eligió en 2013 como uno de los ocho cardenales que integrarían el Consejo para reformar la Curia Romana.
Cardenal hondureño: Un ser muy querido para mí
“Hay un gran pesar por la partida del Santo Padre, ha sido un ser muy querido para mí”, confesó Rodríguez con tono emotivo.
Sin embargo, también expresó consuelo en la fe cristiana: “Hay un sentimiento de esperanza, porque el Santo Padre muere en la Pascua de Resurrección, que es todo un signo. Él entregó su vida como el Señor Jesús, murió, pero en la fe creemos que resucitó”.
Durante diez años, Rodríguez coordinó el Consejo de Cardenales, conocido como el C9, una instancia clave para el gobierno del Vaticano impulsada por Francisco como parte de sus reformas internas.
En enero de 2023, al cumplir 80 años, Rodríguez dejó su cargo de arzobispo de Tegucigalpa, y el papa nombró al sacerdote español José Vicente Nácher Tatay como su sucesor.
Con su viaje a Roma, el cardenal hondureño se une a las decenas de altos prelados de todo el mundo que rendirán homenaje a Francisco, cuya figura trascendió los muros vaticanos por su cercanía, humildad y compromiso con los más pobres.
Las honras fúnebres se llevarán a cabo durante nueve días, en una despedida marcada por el luto, la reflexión y la esperanza.