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lunes, abril 21, 2025

¡¡Caos Urbanístico histórico capital!!

Tegucigalpa y Comayagüela conforman la capital de la república, son ciudades, desangeladas, caóticas y descuidadas que se inundan a la primera lluvia de mayo; ambas un desastre urbano. La basura, el desorden monumental y el mal olor son un elemento común en las dos ciudades, aunque existen capitalinos miopes que se niegan a ver esta dura realidad… En la capital, la movilidad ciudadana es una odisea, desaparecieron las aceras, las paradas de autobuses, los semáforos, la posibilidad de ser un peatón respetado y poco a poco, se van esfumando los espacios colectivos, los parques y áreas verdes, monumentos, edificios históricos y mercados limpios. Todo se volvió sucio, caótico y deprimente…

La ciudad de Comayagüela, hace casi un siglo (1937) dejó de tener su propia Alcaldía… Parece ser que los gobernantes de turno de la época entendían ¿cuál era la mejor forma de administrar la ciudad atendiendo a sus particularidades? Una ciudad, que creció al margen del rio con calles y avenidas en cuadricula, pero que en algún momento se desmelenó.

¿Estas ciudades siempre fueron diferentes? La historia cuenta, que Tegucigalpa surge como centro minero, para la explotación de oro y plata abundante las montañas del picacho y pueblos aledaños, se fundó en 1578, siendo su primer alcalde Juan de la Cueva nombrado en el cargo en 1579. Una ciudad de mineros ideada para españoles y criollos.

Podemos decir que, Comayagüela y Tegucigalpa eran dos ciudades vinculadas de forma política y social desde el inicio de la conquista, pero sus identidades coloniales fueron construidas a partir de fundación de la Alcaldía Mayor de Tegucigalpa. Ambos pueblos fueron segregados social y culturalmente; uno con identidad española y otro con la indígena. Esta segregación trajo como consecuencia, la degradación de Comayagüela, que fue relegada por el poder tegucigalpense en muchos aspectos. Comayagüela encarnaba los “males” que los españoles asignaban a los indígenas.  ¡Parece que nunca fueron una unidad!…

En 1824, el primer congreso de la República de Honduras decretó que Tegucigalpa y Comayagua serían las dos ciudades principales del país, se alternarían como capital del Estado… Pero hasta el 30 de octubre de 1880 se trasladó la sede del Gobierno de forma definitiva a la ciudad de Tegucigalpa como capital del Estado, se decretó que residirían en ella las autoridades civiles, excepto la Corte Suprema de Justicia que permanecería en Comayagua. Este baile de la capital, de un lugar a otro durante el siglo XIX no permitió que esta, se desarrollase de forma óptima. Tegucigalpa pueblo de españoles y criollos contra los que viven del otro lado del rio grande, el pueblo de indios Comayagüela.

El 10 de abril de 1897 se le confirió el título de ciudad a la Villa de la Concepción Comayagüela. Desde 1898 se dispuso que Tegucigalpa y Comayagüela, conformarían la capital, pero manteniendo “nombres separados”, con dos gobiernos municipales independientes… y es aquí, donde empiezan a multiplicarse los problemas urbanísticos…

El 30 de noviembre de 1899, siendo Síndico Municipal el Señor Felipe Calix, se realizaron las mediciones de los «Ejidos del centro de Comayagüela». Estos conformaban una línea que pasa por el río «Chiquito» y lindes de la encrucijada que llamaban «Tres Caminos», y que continúa hasta Jacaleapa y la poza del Toncontín;   por «Llano del Potrero», abrazando en su trazado los sectores de: «El Junquillo» y «Sabana Larga», pasando por: «Quiebra Montes”,” Horno de la Brea», «El Naranjo», «la Aserradora», «Piedras Profundas», «Zacaterique», «Peña Blanca», «El Durazno» y «Piedra Parada»; continuando hasta «El Chile» y los suburbios de «Tegucigalpa». La alcaldía de Comayagüela estuvo ubicada frente al parque la libertad; donde hoy opera la Escuela Nacional de Bellas Artes; todo dentro de aquellos límites ejidales.

Comayagüela nace como un pueblo de indios en donde la propiedad privada no existía como la entendemos hoy, la ciudad era ¡un ejido! en donde los indígenas estaban asentados desde siempre. El ejido es la forma castellana utilizada para establecer el uso y propiedad del suelo: “un terreno colectivo, indiviso y sin posibilidad de venderse o heredarse” … Lo que sucedió más adelante con el ejido de Comayagüela es otra historia… ya hablaremos de este tema.

Por otra parte, Tegucigalpa de influencia castellana, ostentaba el poder político y económico, administraba la riqueza de las minas de oro y plata a través de concesiones reales a favor de aquellos españoles y criollos asentados en la ciudad. El titulo de Real de Minas de San Miguel de Heredia Tegucigalpa acreditaba su vocación eminentemente minera. Los Reales de Minas, se caracterizaban por ser comunidades prósperas y de desarrollo, lo que se reflejó en la arquitectura colonial y civil ligadas a la corona española. El concepto de propiedad estaba fundamentado en la apropiación y en la especulación; la concepción opuesta a Comayagüela.

Entonces, tenemos dos ideas de ciudades “una ejidal y otra de propiedad privad especulativa” … Seguramente, los fundadores de la ciudad tenían razón y ¡dos alcaldías! era y es lo adecuado, para administrar mejor ambas ciudades. Las dos localidades son muy diversas y fácilmente apreciamos el “empeño histórico municipal” en desarrollar una parte del rio y dejar a su suerte a la otra. La infraestructura y los servicios son muy diferentes a ambos lados del Choluteca.

Mientras tanto, pocos alcaldes han sabido ¿qué hacer en este caos urbanístico histórico? Para lograr el desarrollo conjunto de la ciudad capital y sus habitantes ¡Urge un plan de desarrollo urbanístico! ¡urge el orden!

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