Silca. La violencia en el interior del país cobró una nueva víctima. El exagente de la Policía Nacional, José Leonardo Lizardo Meza, fue hallado sin vida y en condiciones estremecedoras en la comunidad de Parrumble, municipio de Silca, al norte de Olancho.
Según los primeros informes, el cuerpo del exoficial fue encontrado parcialmente calcinado y con múltiples heridas causadas por arma blanca y de fuego, lo que apunta a un crimen cometido con extrema brutalidad.
Lizardo Meza, quien ostentó el grado de subinspector y pertenecía a la XXXIII Promoción de la institución policial, ya no se encontraba en servicio al momento de su muerte.
Relato de testigos
Testigos relataron que, un día antes, una persona a bordo de una motocicleta llegó hasta su casa y se lo llevó con rumbo desconocido. Horas después, localizaron su cadáver en una zona apartada del municipio.
Las autoridades aún no han determinado el móvil del crimen, pero debido a la saña con la que fue cometido, se presume que se trató de un asesinato premeditado.
Por su parte, la Policía Nacional, junto con agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), ha iniciado las pesquisas para dar con los responsables.
La noticia ha causado conmoción entre familiares, amigos y vecinos del exagente quienes han expresado su dolor a través de mensajes en redes sociales.
“Siempre fue una gran persona”, escribió un allegado. Otros lamentaron las circunstancias en las que le arrebataron la vida: “Duele ver y vivir la pérdida de un familiar y más en estas condiciones”.
Homicidios en Honduras
El caso de Lizardo Meza se suma a la alarmante cifra de homicidios en el país. Según el Sistema Estadístico Policial en Línea (Sepol), entre el 1 de enero y el 8 de abril de este año se han contabilizado 554 homicidios en Honduras.
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De estos, 57 se han registrado en el departamento de Olancho, que figura entre los más violentos junto a Francisco Morazán, Cortés y Yoro.
Del total nacional, 409 víctimas, atacadas con arma de fuego y 95 con arma blanca. Las estadísticas también revelan que la mayoría de los fallecidos son hombres: 496 frente a 58 mujeres.
Mientras avanza la investigación, los seres queridos de “Leo”, como lo llamaban cariñosamente, exigen justicia para un hombre que, según recuerdan, “dedicó parte de su vida al servicio del país y no merecía ese final”.
