Tom Hanks nos aconseja no creérnosla, que cuando estemos en la cima andemos con una actitud de disfrute, pero entendiendo que en cualquier momento tocará la bajada. Como en la rueda de la fortuna; estamos un ratito arriba y otro ratito abajo.
Es curioso darnos cuenta de que todos tenemos “nuestro momento”, esos en lo que todo parece fluir y nada parece ir mal. Al igual que tenemos aquellos en los que nos “llueve sobre mojado”. Estudiando personajes históricos y celebridades tanto de la pantalla grande como de la televisión, confirmamos que los días gloriosos están y las caídas, también.
En eso no son tan distintos a nosotros simples mortales. Ya sea que esas caídas tengan que ver con la profesión, el dinero, el poder, la familia, la salud o la vida. A todos sin excepción nos toca afrontar pérdidas.
Desde siempre, soy fan de los buenos programas de entrevistas, esos que son llevados a cabo por un profesional y que más que un interrogatorio resulta en una amena conversación.
Una plática donde se conoce mejor al artista que por una u otra razón admiramos tanto. Y es que este tipo de formato deja ver su lado más humano, lo que a su vez no permite conectar con ellos de una manera más profunda.
El año pasado me entretuve viendo uno de mis entrevistadores y conductores preferidos que tenía como invitado a otro colega suyo no tan preferido mío.
Nunca sentí gran simpatía por él (el invitado entrevistado) en el pasado; sin embargo, veía muy a menudo su show, tal vez porque a pesar de todo, me hacía reír con ese su humor negro. Incluso en este último programa me reí mucho con sus ocurrencias.
Cabe notar que a medida que transcurren los años, ya no nos tomamos las cosas a modo personal, comprendemos mejor las razones e intenciones de los otros y por lo tanto nos vamos convirtiendo en gente un poco más empática y tolerante.
Total, que hace poco me tocó leer la triste noticia de la muerte de este comunicador (de 51 años) y bueno, como era de esperar televisaron su funeral, viéndolo pienso que es difícil creer y aceptar que 1.93 metros de estatura, una exitosa carrera de 30 años, una personalidad envolvente, un papá (de una niña de nueve años), un amigo, colega, hijo y hermano, quepa, termine y permanezca en una pequeña urna.
Volviendo a la mencionada entrevista, el conductor se notó consciente de que se enfrentaba a este declive del que hablábamos al principio, al mismo tiempo que aseguraba haber disfrutado con intensidad de sus mejores momentos… bravo por él.
