Redacción. La ministra de Salud, Carla Paredes, confirmó este viernes que hace tres días falleció una niña de siete años en Quimistán, Santa Bárbara, a causa de rabia humana transmitida por la mordedura de un murciélago.
“La niña murió por rabia humana tras ser mordida por un murciélago en el municipio de Quimistán. Los síntomas se desarrollaron en 24 horas, y se ha confirmado que el murciélago fue el transmisor de la rabia”, explicó Paredes.
Asimismo, la galena destacó que, aunque los perros están vacunados y son vigilados, las áreas endémicas de murciélagos requieren especial atención.
“Es crucial cuidar el entorno y estar alerta en zonas donde hay murciélagos”, agregó.
La ministra también hizo un llamado a acudir inmediatamente a los centros de salud tras una mordedura, ya que la rabia es prevenible con vacunas.
“La niña, tan pequeña, fue mordida en la nariz, lo que pudo haber acelerado el desarrollo de los síntomas debido a la proximidad con el cerebro”, concluyó.
Rabia transmitida por murciélagos
La rabia transmitida por murciélagos a humanos es una preocupación creciente en muchas regiones del mundo.
Los murciélagos pueden ser portadores del virus de la rabia sin mostrar síntomas, y su mordedura o rasguño puede transmitir la enfermedad a los humanos.
El virus se propaga principalmente a través de la saliva de animales infectados, y los murciélagos, debido a su hábito de alimentarse de sangre o a su comportamiento agresivo cuando están enfermos, pueden representar un riesgo significativo.
A diferencia de los perros y gatos, los murciélagos suelen ser menos perceptibles y, por lo tanto, sus mordeduras pueden pasar desapercibidas hasta que los síntomas aparecen.
Los síntomas de la rabia en humanos pueden comenzar semanas o incluso meses después de la exposición al virus.
Lea también: Virus Oropouche: Cómo se transmite, síntomas y todo lo que debes saber
Los primeros signos suelen incluir fiebre, malestar general y dolor en el sitio de la mordedura. A medida que la enfermedad progresa, puede causar confusión, alucinaciones, parálisis y finalmente la muerte.
Dado que la rabia es una enfermedad casi siempre fatal una vez que se han manifestado los síntomas, la prevención es crucial.
La vacunación postexposición, administrada poco después de la mordedura, puede prevenir la aparición de la enfermedad si se inicia a tiempo.