Antes de convertirse en uno de los principales destinos turísticos de Honduras, la playa de West Bay, en Roatán, era un paraíso virgen, alejado del desarrollo hotelero y comercial que hoy la caracteriza.
En 1978, la zona carecía de hoteles y grandes construcciones. En su lugar, un espeso manto de vegetación frutal dominaba el paisaje, con cocoteros, icacos, uvas y mangos que crecían libremente en la orilla del mar.

La ausencia de infraestructura y la abundancia de naturaleza hacían de West Bay un refugio intacto, donde la intervención humana aún no había transformado su esencia.
Con el paso de los años, la expansión del turismo cambió el rostro de esta playa, convirtiéndola en un destino de referencia en el Caribe hondureño.

Actualidad
Actualmente, la playa de West Bay en Roatán se ha consolidado como uno de los destinos turísticos más exclusivos y visitados de Honduras.
Sus aguas cristalinas, arena blanca y arrecifes de coral la han convertido en un punto de referencia para turistas nacionales e internacionales que buscan un escape en el Caribe.
El desarrollo hotelero y comercial ha transformado por completo el paisaje que alguna vez estuvo cubierto de frondosos árboles frutales.
Lea también: Cuatro ríos para disfrutar en Cortés y cómo llegar
Hoy en día, la zona cuenta con una amplia oferta de hoteles, resorts de lujo, restaurantes y actividades recreativas como buceo, snorkel y paseos en bote, atrayendo a miles de visitantes cada año.
A pesar del crecimiento del turismo, West Bay sigue siendo un destino paradisíaco que combina modernidad con la belleza natural de Roatán.
Sin embargo, el aumento de la infraestructura ha generado preocupaciones sobre la conservación del ecosistema marino y el impacto ambiental en la zona.
Lo que ha impulsado iniciativas para promover el turismo sostenible y la preservación de los arrecifes de coral.