El caso de Santiago comenzó en mayo de 2023, cuando se despertó en la madrugada con un fuerte dolor de estómago, lo que le impidió continuar con sus actividades habituales.
A pesar de recibir tratamiento para aliviar el malestar, los dolores persistieron, lo que lo llevó a regresar al hospital en busca de respuestas.
Tras una serie de estudios, que incluyeron un análisis de sangre y una tomografía, los resultados revelaron la presencia de un tumor en el intestino.
Ante la gravedad del hallazgo, los médicos determinaron que era necesario intervenirlo quirúrgicamente de inmediato. Finalmente, tras diversas pruebas, se confirmó el diagnóstico de Linfoma de Burkitt.
¿Qué es el Linfoma de Burkitt?
El Linfoma de Burkitt es un cáncer agresivo del sistema linfático que puede manifestarse con la inflamación rápida de los ganglios linfáticos en la cabeza y el cuello. En muchos casos, el tumor se desarrolla en el abdomen, pero también puede afectar otros órganos como los ovarios, testículos, cerebro, riñones, hígado y el líquido cefalorraquídeo.
Síntomas del Linfoma de Burkitt:
- Fiebre
- Sudoración nocturna
- Pérdida de peso inexplicable
Pruebas y Exámenes Para diagnosticar esta enfermedad, los médicos pueden realizar varias pruebas, entre ellas:
- Biopsia de la médula ósea
- Radiografía de tórax
- Tomografía computarizada del pecho, abdomen y pelvis
- Conteo sanguíneo completo (CSC)
- Análisis del líquido cefalorraquídeo
- Biopsia del ganglio linfático
- Escaneo por Tomografía por Emisión de Positrones (TEP)
Tratamiento El tratamiento principal para el Linfoma de Burkitt es la quimioterapia. En casos donde el cáncer no responde a este procedimiento, se puede recurrir a un trasplante de médula ósea.
Epidemiología y Antecedentes Los primeros 37 casos de Linfoma de Burkitt en Honduras fueron diagnosticados en un lapso de seis años en el Hospital-Escuela de Tegucigalpa. Se ha estudiado su epidemiología, características clínicas, histopatología, serología y resultados del tratamiento.
Este tipo de linfoma fue descrito por primera vez en 1958 por el cirujano inglés Denis Parsons Burkitt en África. Estudios posteriores indicaron que la malaria endémica en la región podía favorecer el desarrollo del tumor, que se cree tiene un origen viral.
El caso de Santiago pone de manifiesto la importancia de una detección temprana y un tratamiento oportuno para mejorar el pronóstico de esta enfermedad.