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domingo, abril 20, 2025

A veces tocará podar hasta el árbol genealógico

Las celebraciones navideñas, siempre vienen acompañadas de reuniones grupales, en familia y entre amigos.

Sobre todo, en las familiares acostumbramos a hacer referencia aquello que nos hace tan especiales.

“Es que en esta familia somos así, enojones”. O bien, algunas cosas positivas como “En esta familia somos generosos”.

Todos tenemos esos rangos en nuestro ADN que nos hacen especiales y nos conecta como familia.

La mía en particular, somos sumamente prácticos, evitamos el drama, ponemos muchos sobrenombres y nos gusta contar chistes.

A veces optamos por mejor hacernos esas bromas entre nosotros, pues otra gente tiene un lado de sensibilidad más agudo y uno se mete en problema.

El asunto es que, cada fin de año, deberíamos proponernos hacer un inventario del año y pensar qué cosas hay que podar.

La poda es uno de los trabajos más detallados que hacen los jardineros para que las plantas puedan crecer sanamente y dar mucho fruto.

¡Mucha cosecha! Por lo general en vísperas del cierre de año, mucho nos enfocamos en
qué cosas esperamos para el año por venir.

Pero quiero invitarlo a pensar también, qué cosas deberán quedarse en el año que finaliza y qué cosas debe evitar repetir. ¿Personas? Tareas. Tiempo.

Uno debe podar en tres sentidos: Hay que podar todo aquello que sé que obstaculiza mi crecimiento.

En un momento lo valoré, me pareció bien, pero puedo decir que ya no me está ayudando a crecer, a dar más fruto ¡Eso hay que podarlo!

También debemos poner ojo en todas aquellas cosas cuyo estado es enfermo, o bien casi por perecer y es mejor decirle adiós ya.

¿Se ha fijado como nuestros mayores cuando cuidaban sus plan tas andaban arrancando hojas, espinas o hasta gusanos? Todo para que la planta pudiera florecer libremente.

Hay personas que le hemos invertido mucho tiempo, para ayudarles, para que salgan
adelante, para que mejoren y al parecer no tienen interés de hacerlo.

Hay relaciones en pareja, que uno está esperando que den pasos importantes y lo único que se hace es dar vuelta en círculos. A podar se ha dicho.

Y por último, debemos vernos a nosotros mismos. ¿Qué debo podar en mí? Qué hábitos, qué actitudes debo decir ya basta. Decir que algo que no me suma, es porque en la familia somos así, no es excusa. Pues cambia el que quiere.

A veces tocará hasta podar el árbol genealógico y quitar aquellas cosas de “familia” para dar un paso a algo mayor. Nosotros con mi familia nos propusimos algo sumamente difícil. Quitar el drama.

Todos contamos con grandes responsabilidades y nos toca tomar decisiones rápidas, frías y
efectivas. Hemos quitado el drama y nuestra conversación ahora es de ver cuáles son los hechos y darnos ánimo para lograr los cambios.

¡No es fácil! Le prometo que nos ha tomado muchos años, de vez en cuando nos vemos tentados de querer hacer un berrinche o ser el centro de atención con un refunfuño, pero le diré que cada vez que nos vemos es para construir momentos y cosas a futuro.

En esta temporada, regálese un tiempo de reflexión y piense qué cosas debe podar en áreas que usted quiere dar frutos. Si usted poda relaciones, mucha gente se le va a resentir, pero puede seguro comenzar a sumar personas valiosas a su vida.

Si lo que hará es podar malos hábitos, piense en el logro que desea, al sustituirlos por ánimos buenos y constructivos. Y toca también pensar, qué va a podar en usted. Le garantizo que, al hacerlo, florecerá mucho y la gente notará un nuevo usted.

Enrique Zaldivar
Enrique Zaldivar
2050 Comunicaciones
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